New York Cheesecake!! New York Cheesecakeeeeeeeeeee!!

¡¡Hola de nuevo!!

¿Qué tal van las fiestas? Yo no me puedo quejar, Papa Noël se ha portado muy pero que muy bien este año conmigo, y me ha dejado un regalo muy especial:



¿A que es mona? ¡A mi imagen y semejanza!

Este año en nochebuena no ha sido posible estar con mi family en Málaga, pero en cambio, la hemos pasado con Laura, la bloguera de Deunmordisco y Un Canasto de Lanas, ¡y lo hemos pasado genial!

De postre hice Cupcakes de Turrón Jijona y además, esta New York Cheesecake, receta que ha estado presente en las fiestas navideñas de mano de mi papi desde que yo tenía unos 8 años, y que en mi recetario personal no puede faltar para cualquier evento porque es realmente rápida, fácil, y además...¡no hay nadie a quien no le guste!

 



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Yo uso un molde se 22cm, pero dependiendo de si la queréis más alta o menos podéis usar, con las mismas cantidades, un molde más ancho, o incluso hacer dos (una en molde redondo y otra en molde de plum-cake, por ejemplo, yo esta vez la hice así). He aquí la receta:

New York Cheesecake

Receta para 8-12 porciones, para un molde de 22cm:

Para la base:

Un paquete y medio de galletas María (da igual si son cuadradas, redondas u hojaldradas, también podéis usar las Digestive, que son las que se usan en Inglaterra)

Mantequilla sin sal

Para el relleno:

500ml de nata para montar

6 cucharadas de azúcar

Una tarrina de Philadelphia (yo usé la de 220g)

3 hojas de gelatina (también se puede hacer con gelatina Royal, de limón o de piña, queda buenísima, pero yo nunca la he hecho así porque en Italia no hay =[......................)

Para la cobertura: 

Mermelada de frutas del bosque, de arándanos, de fresa...la que más os guste, ¡quedan todas genial!



Empezamos preparando la base:

Molemos las galletas, esta es la parte que da más tarea si no tenéis un robot de cocina, podéis hacerlo en el robot, con la minipimer (cuidado de no quemarla, alternad golpes de turbo con golpes vuestros como si fuera un mortero), con un rallador de queso, o con una bolsa de plástico dando golpes contra la encimera. Hay muchas formas, lo importante es dejarlas como si fuera pan rallado.

Derretimos mantequilla en el microondas o en un cacito, tiene que estar líquida para que no queden trozos en medio de las galletas.

Mezclamos las galletas con la mantequilla, colocamos dentro del molde y con una cuchara las vamos aplastando hasta que tengamos una base uniforme y compacta. Si queréis mientras hacéis el relleno podéis meterla en el frigorífico de forma que se enfríe y luego no se deshaga.

Seguimos con la preparación del relleno:

Hidratamos la gelatina metiéndola en agua. Este paso requiere unos 5-10 minutos, sino cuando la metáis con el resto de ingredientes quedarán trozos y, os puedo asegurar que os entrará una desesperación nada agradable (más tarde os resuelvo este caso...jejeje)

Montamos la nata con el azúcar ligeramente, y añadimos el Philadelphia, volvemos a batir y nos resultará una crema consistente.

Añadimos la gelatina hidratada y batimos.

ATENCIÓN: 

En cuanto a la gelatina, si no os gusta la idea de hidratarla porque no estáis acostumbradas podéis hacer lo siguiente:

1) Poner en un cazo la gelatina y medio vaso de agua y dar calor hasta que se deshaga, sin que llegue a hervir, ya que se derretirá antes.

2) Ponerla junto a la nata y el azúcar en un cazo y seguir el mismo paso anterior, pero sin agua.

En el caso de que la hayáis hidratado y al batir os queden trozos:

- Ponéis toda la crema en un cazo y a fuego muy lento y sin dejar de remover con una cuchara, calentáis levemente hasta que veáis que los trozos han desaparecido. En este caso la crema se volverá líquida ya que se desmontará, pero no os preocupéis, ¡a mí me pasó esto y luego quedó con la misma consistencia que necesitaba! ¡¡oeoeoeoe!!

Volviendo a los pasos:

Vertemos el relleno en el molde, sobre la base de galletas (despacito y con una cuchara vuelta del revés para que no se os deshaga la base y tengáis galletas everywhere). Metemos en el frigorífico durante un día.

Para la cobertura:

Unos minutos antes de servirla, la sacamos del frigorífico y añadimos la mermelada por toda la superficie de la tarta.

¡Lista para servir!

¡Espero que la hagáis y os guste tanto a vosotros como a vuestros gourmet!




 

P.S.: Por la calidad de las fotos, etc, se nota que esta última no es la de nochebuena, jejeje. La he puesto para que veáis la diferencia de menos galleta y más relleno.

Besitos,

Cristina